La mayoría de los ejecutivos están familiarizados con los beneficios de una presencia activa en LinkedIn: generar confianza y liderazgo de pensamiento, posicionarse como expertos y atraer la atención hacia su perfil y su empresa. La verdadera pregunta es: ¿con qué frecuencia se debe publicar para obtener todos estos beneficios?

Hay que tener en cuenta algunas cosas, desde mantener la autenticidad hasta entender cómo funcionan los algoritmos de las plataformas.

Empecemos por los números.

¿Cuál es la duración media de una publicación en LinkedIn? Por término medio, las publicaciones en LinkedIn de ejecutivos o perfiles personales siguen llegando a la gente durante 24 a 48 horas. Aspectos como el tamaño de tu audiencia, la participación y el formato de la publicación influyen en su longevidad.

El problema es que, en cuanto se publica una nueva entrada, se acorta la vida útil de la anterior, lo que limita el alcance y los resultados potenciales.

Esto significa que lo ideal es dejar un intervalo de entre 24 y 48 horas entre las publicaciones, lo que les permite respirar lo suficiente para desarrollar su máximo potencial.

En plataformas como Twitter, es una historia completamente diferente. Los tuits tienen una vida media de 15 minutos, lo que significa que puedes tuitear varias veces al día sin que ello afecte significativamente a los resultados de cada publicación.

Teniendo en cuenta estas cifras, una cadencia razonable para un ejecutivo que busca construir su presencia y perfil en LinkedIn sería de 3 a 5 publicaciones por semana.

A continuación, veamos el rendimiento.

¿Cuáles son las mejores horas para publicar en LinkedIn?

Como se ve en este estudio de Sprout Social, los usuarios de LinkedIn son más activos durante los días laborables, especialmente los martes, miércoles y jueves.

Muchos menos usuarios de LinkedIn utilizan la plataforma durante el fin de semana.

En cuanto a los horarios de publicación, hay 3 puntos "principales"

  • A primera hora de la mañana, antes del trabajo, entre las 7:00 y las 9:00
  • A primera hora de la tarde, alrededor de la hora de comer, entre las 11:00 y las 13:00 horas
  • A última hora de la tarde, después del trabajo, entre las 17:00 y las 19:00

 

Si se observan estos datos y se tiene en cuenta la duración de las publicaciones en LinkedIn, se empieza a perfilar la estrategia ideal.

Para aprovechar al máximo cada una de sus publicaciones, los ejecutivos deberían publicar contenidos durante estos días y horas, dejando pasar al menos 24 horas entre cada publicación.

Por ejemplo, un ejecutivo contento con una alta frecuencia de publicación en LinkedIn debería tratar de publicar todas las mañanas entre las 7:00 y las 9:00 de la mañana en días laborables, tomando un descanso los fines de semana.

Otro ejecutivo que se sienta más cómodo con un enfoque algo más medido puede publicar contenidos cada dos días. Por ejemplo, los lunes, miércoles y viernes por la mañana o al mediodía.

Un ejecutivo centrado en el rendimiento podría centrarse en los tres días más activos -martes, miércoles y jueves- y publicar durante los puntos principales relevantes.

Independientemente de la estrategia, el rango recomendado sigue siendo el mismo: de 3 a 5 posts por semana.

Ahora que hemos cubierto el lado algorítmico y de rendimiento de las cosas, vamos a ver el principio más importante: La autenticidad.

Aunque el rendimiento de los contenidos es importante, también lo es garantizar que las redes sociales de los ejecutivos reflejen positivamente su marca personal y estén alineadas con ella.

Los ejecutivos más extrovertidos, por ejemplo, suelen estar encantados de publicar todos los días de la semana y compartir sus opiniones, pensamientos e ideas con regularidad. Las redes de estos ejecutivos probablemente conozcan a la persona y esperen que tenga una presencia tan activa, lo que se traduce en un compromiso e interacciones positivas.

Los ejecutivos más reservados o introvertidos, por el contrario, podrían sentirse más cómodos publicando una o dos veces por semana, compartiendo pensamientos y puntos de vista más medidos para asegurarse de que cada publicación resuena con su forma de pensar y expresarse. Del mismo modo, es probable que su red espere eso de ellos y se comprometa mucho con esas publicaciones menos frecuentes.

Mientras la cadencia y el contenido te parezcan auténticos, no hay de qué preocuparse.

El último punto a tratar es sencillo, pero fundamental: la coherencia.

La mayoría de los ejecutivos con los que trabajamos llegan a nosotros con una presencia social similar. 9 de cada 10 veces, eso incluye escasos posts, a menudo publicados con varios meses de diferencia entre ellos. Las publicaciones en sí mismas suelen ser reiteraciones de su página de empresa que anuncian noticias importantes o anuncios de empleo.

La constancia es uno de los ingredientes más importantes para ganarse el favor del algoritmo de LinkedIn. Si solo publicas una vez cada pocos meses, sin seguir ningún patrón, es muy poco probable que consigas un gran alcance o compromiso para esa publicación.

Y lo que es más importante, cuando necesites publicar para conseguir algo en LinkedIn -como contratar a alguien o compartir un anuncio importante- tendrás pocas garantías de conseguir el alcance y la tracción necesarios con tus publicaciones.

Por el contrario, si publicas cada semana, aunque sea una vez a la semana, no sólo tendrás una sólida comprensión de lo que puedes esperar de cada publicación, sino que es mucho más probable que LinkedIn te recompense con un alcance más fuerte y constante de tu contenido.

La clave aquí es la consistencia. Encontrar una cadencia que siga las reglas del algoritmo, las mejores horas para publicar en LinkedIn, encontrar lo que te parezca auténtico y mantenerlo cada semana lo mejor que puedas.

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